ANALÉN GONZÁLEZ. Baloncesto en Pandemia

En toda situación excepcional -y la del COVID lo es- lo que primero se percibe son las "limitaciones". Dicho así parece apocalíptico, pero no hay que olvidar que toda limitación es una oportunidad para quienes sean capaces de encontrar alternativas y gestionarlas.

No cabe duda que la REALIDAD ACTUAL marca un inicio de temporada insólito para nuestro deporte, obligándonos a todos –entrenador@s–, personal de infraestructuras, jugador@s, directiva y familias- a salir de nuestra zona de confort para, si queremos seguir practicando nuestro amado deporte, adaptarnos y aprender a convivir con muchos aspectos y situaciones que no tienen precedente, además de lidiar con la constante incertidumbre sobre si se podrá o no competir durante la temporada 2020-2021.

Durante estos meses, individual y colectivamente, l@s implicados en este deporte, hemos tratado de “Inventar reinventando” para encontrar alguna fórmula y algún escenario adecuado a lo que se ha dado en llamar “nuevo Baloncesto”. Es más, yo soy la primera en entonar el mea culpa y confesar que he pasado muchas horas tratando de descubrir algo que sencillamente es absurdo porque, afortunadamente, la práctica del baloncesto tiene más futuro que la pandemia de COVID-19.

En esas muchas reflexiones, llegó un momento en que me he planteado la disyuntiva sobre la estrategia a utilizar. Por un lado, está la "solución temporal", basada en una serie de medidas preventivas acompañadas de rogativas pidiendo que el COVID pase y no quede rastro, cosa que se me antoja harto difícil. Por el otro, trabajar en soluciones y recursos que aporten en el presente y puedan mantenerse vigentes, por su utilidad, en el improbable caso de que el COVID acabe desapareciendo o siendo controlado.

El Baloncesto seguirá jugándose con las manos –y la cabeza- por lo que el método y la esencia en los entrenamientos siguen siendo exactamente los mismos, aunque con ciertas limitaciones como pueden ser el no utilizar el contacto, respetar una distancia de seguridad de un metro y medio o cumplir con los protocolos de acceso a la instalación y desinfección del material, etc. etc.

Como entrenadora, mi misión es FORMAR y, ahora mismo, a día de hoy, mi obligación es encontrar soluciones responsables y sostenibles, para que esa formación no se interrumpa y se vea alterada lo mínimo. Es necesario, por tanto, implantar una metodología de trabajo que sea consciente de la realidad e incorpore, a lo habitual y a las medidas preventivas, variables que interactúen con el entorno y palíen el impacto psicológico que resulta de esa inseguridad que afecta a todo lo que podría definirse en general como "vida normal". Los entrenamientos y diferentes actividades relacionados no deben abandonar la idea de "se entrena como se juega", cuidando al máximo los controles previos y medidas preventivas.

Una vez activada la “burbuja psicológica” –con la colaboración indispensable entre entrenador@s, personal de infraestructuras, jugador@s, directiva y familias- y cumplidos todos los requisitos, es momento de ENTRENAR y las variaciones, bajo mi punto de vista y una vez metida en dinámica, no me condicionan como imaginé a la hora de preparar esta pretemporada; que, por cierto, se vislumbra más larga de lo habitual. Me gusta trabajar con oposición, soy partidaria de “enseñar a jugar jugando” y evidentemente ésta es la mayor limitación con la que me he me encontrado en estas primeras semanas de entrenamiento, a pesar de esto, sigo priorizando la corrección de detalles en el juego.

Las sesiones que elaboramos parten de un elevado contenido técnico con el objetivo de ir evolucionando las tareas hasta convertirlas mayormente en tareas técnico–tácticas. Nos centramos en corregir los detalles de siempre y la variación está en que de aquí hasta que nos dejen trabajar con contacto sustituimos la defensa por estímulos.

El contenido de nuestros entrenamientos lo dividimos en tres bloques principales:

1º BLOQUE: Con contenidos físicos, de coordinación y de técnica individual. Nunca trabajos los tres juntos en el inicio de la sesión. En nuestro inicio de temporada durante la primera semana utilizamos tareas de coordinación y de técnica.
2º BLOQUE: Con contenidos técnico-tácticos incidiendo siempre es aspectos técnicos que hayamos trabajado antes, pero exigiendo una ejecución a mayor velocidad además de no darle importancia al error.
3º BLOQUE: Siempre finalizamos con TIRO, este debe de ser con estrés y para ello utilizamos el tiempo con objetivos claros que creemos que pueden alcanzar.

Puedes descargarte el artículo completo, con el desarrollo gráfico y los vídeos con los ejercicios propuestos en el siguiente enlace:

ANALÉN GONZÁLEZ. Baloncesto en Pandemia

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