Analén González: “La profesión de “Mujer Entrenadora” no tiene la relevancia que a todos nos gustaría”

Entrenadora Superior, Gallega de nacimiento y desde hace unos meses, menorquina de “adopción”. Analén González decidió hace tiempo focalizar su vida exclusivamente hacia un baloncesto que siente y proyecta en los clubes donde trabaja, desde la base hasta los equipos seniors. Se ha convertido en la nueva directora técnica del CB Ferreries, club ubicado en el corazón de una isla como Menorca que desde siempre respira baloncesto.

¿Cómo se produce tu fichaje por Ferreries?
Cerramos el acuerdo en un mes vertiginoso de campus, venía de haber participado en Winners y Elite Jove, días de buen básquet pero que mentalmente te agotan. Recuerdo que me pasé el último campus bastante agobiada e indecisa, sopesando varias ofertas de España y Europa y, sobre todo, porque estaba adoptando una decisión que potencialmente me cambiaría la vida o la alteraría para bien en lo que a profesionalizarse se refiere, algo que desde los 16 años siempre tuve en mente. Pero me considero una entrenadora de Club y hasta el momento Carmelitas Ourense había sido mi casa las últimas cuatro temporadas; estábamos dándole forma al proyecto 2017-2018 y, por motivos emocionales y nada profesionales, sentía que al no quedarme les estaba fallando e ellos como Club y a las jugadoras como entrenadora

Y al final quien llevó la pelota a canasta fue Ferreries...
Sí, a mediados de Agosto tras varias semanas en contacto con el Club Basquet Ferreries tomo la decisión de irme cuatro días a Menorca para conocer a la Directiva, entrenadores y todo el entorno que rodea al Club.

Hay una frase de un famoso escritor con la que me identifico bastante: “Juzgo por las sensaciones”; en mi viaje a Menorca tuve la oportunidad de ver, sentir y sobretodo escuchar a unas personas estupendas y comprometidas, al frente de un Club con ganas de reactivar su Bàsquet. Y remarco lo de reactivar porque tengo el privilegio de trabajar para un Club con mucha historia en la isla, por el que han pasado grandes entrenadores que hacen que mi trabajo aquí tenga que ser excelente.

Retrocedamos un poco en el tiempo. Resúmenos brevemente tu trayectoria en el baloncesto.
Con catorce años comienzo a entrenar en Salesianos Ourense, club al que pertenezco como jugadora y el que me hace experimentar mi primera vivencia como entrenadora. Tengo muy buenos recuerdos de esa etapa, además ese año tuve la oportunidad de coincidir en la liga Sub22 de Galicia con jugadoras con las que había empezado por aquel entonces mi aventura como entrenadora; esa experiencia es realmente bonita de vivir, te emociona y es lo que hace que este deporte sea fantástico... un grupo increíble, magnífico y competitivo, en el que me faltaba Paula Ginzo, que no pudo asistir por estar convocada con la selección Española y es un motivo más que justificable para perderse algo así.

A partir de ahí paso por clubes como LAGUNAS, MOLGAS, ABO, OBRADOIRO, CARMELITAS... que me aportan grandes experiencias y que son épocas de mi vida profesional en las que coincido con grandes entrenadores y mejores personas como Chema Royo, Fafian, Ángel Navarro, Suso Garrido y numerosos jugadores y jugadoras que a día de hoy considero grandes amigos.

¿Qué recuerdos tienes del Curso Superior?
Recuerdo al director diciendo que “a quien le guste la intensidad del curso es un masoquista”; realmente ni me preocupó ni me asustó el reto, lo estaba viviendo intensamente y si me dabas 15 días más tampoco me importaba; para mí fueron dos semanas increíbles de socialización con gente de básquet.

También recuerdo tratando de que visualizase una rueda de prensa tras haber perdido un partido importante... una forma sutil de hacerme ver que no puedo ser tan trasparente cuando estoy cabreada.

El CES te hace reflexionar y replantearte la forma que uno tiene de interactuar con el baloncesto y su gente. Me llevo a muchos Entrenadores de este curso, en especial a todos los de mi grupo de WICHITA STATE con los que discutí durante horas y que me han hecho crecer como Entrenadora.

¿Por qué tan pocas mujeres, en relación a hombres, con la máxima titulación y, en consecuencia con menos presencia en élite?
Suelo hacerme la misma pregunta y, al mismo tiempo, cuestiono varias cosas. Me llega mucha información acerca de la situación discriminatoria que vive la mujer en pleno siglo XXI y, aunque suene duro, creo más bien poco en las herramientas que nos dan para combatirla.

Como mujer y entrenadora profesional, o Directora Técnica, busco que valoren mi trabajo y mi dedicación en el mundo de baloncesto; no persigo ningún escaparate en concreto ni necesito que me discriminen positivamente para alcanzar objetivos profesionales. Y digo esto porque parece que la moda, o lo que está al orden del día, es concebir ideas de igualdad dejándolas representadas en un valor numérico; es decir: tantos hombres en este puesto significa que el mismo número de mujeres en ese puesto representan “la igualdad”. Combatir la desigualdad de la mujer con argumentos de este tipo implica intrínsecamente promocionar a “Mujeres florero” y yo ni soy ni quiero ser una de ellas. Me siento cómoda en la equidad, mi papel como mujer entrenadora me hace creer en ello porque le dedico lo mismo o más que cualquier entrenador y, dicho con humildad pero también con rotundidad, porque me veo capaz de llegar hasta donde yo quiera. Al final, como decía Mandela, soy la capitana de mi alma y la dueña de mi destino, los límites son una cuestión mental y de cómo te dejas influenciar por el entorno.

Esto no quiere decir que en mis 10 años como entrenadora no haya vivido situaciones que entren dentro de la consideración de discriminatorias pero mi respuesta en todas ellas y para todos siempre ha sido la misma: educar en la equidad. Además, estoy convencida de que he conseguido más con la perseverancia de mi trabajo que, escudándome en mi condición femenina, conformándome en creer que no me dan oportunidades por ser mujer.

Es momento de empezar a pensar que somos dueñas, repito, de nuestro destino, de romper barreras en la sociedad y en la profesión, practicando la pedagogía de educar desde el trabajo bien hecho. Estoy convencida de que, en los próximos años, la representación de la mujer en el sector del deporte más identificado con lo masculino –y también en el propiamente femenino- será más grande en número pero sobretodo en calidad profesional.

Dirección técnica en los clubes: La clave del éxito, ¿cierto?
A mi modo de ver, SI con mayúsculas; los clubes tienen que aspirar a ser una orquesta sincronizada por gente que se deba al Club y con la responsabilidad de seleccionar al director de esa orquesta, además de dar la libertad y confianza necesaria para crear.

El encargado de la dirección técnica es al que tiene que tocar las teclas adecuadas para diseñar una estructura sólida, que forme y proyecte al jugador; pero tanto o más importantes son los músicos (Entrenador@s), gente leal y comprometida con el proyecto diseñado; y con esto no me refiero a una obediencia propia del vasallaje, personalmente me gusta que l@s entrenador@s analicen, valoren y hasta cuestionen argumentadamente, los métodos de trabajo porque entiendo que eso nos hace avanzar como CLUB hacia dónde queremos ir. Cuando se trata de formar a jugadores hay que creer en lo que se hace y en cómo se hace, en este aspecto unas cosas son debatibles y otras simplemente tienen que hacerse; la dirección técnica establece las pautas a seguir por todos los equipos y crea una determinada filosofía de CLUB que transciende más allá de lo meramente temporal.

Y me quedan, por último, los indispensables y casi siempre anónimos responsables de atrezzo y sonido: los delegados de equipo, de campo, utileros, etc., personas que desarrollan una labor impagable, que dotan al club de profesionalidad y hacen pequeños milagros cada día para que los equipos jueguen y compitan.

¿Cómo es tu nuevo club?
Basquet Ferreries es un club orgullosamente humilde y ambicioso, no puede ser de otra manera dada su larga e histórica trayectoria en el baloncesto Menorquin. El club lo forman cerca de 115 jugadores repartidos en 11 equipos y dos pequeñas escuelas que no compiten (PsicoBasquet y Escoleta)

Llevo casi tres meses aquí y me he encontrado con una directiva muy comprometida y abierta de miras, con ganas de mejorar lo que ya tenían; además, aunque la morriña por Ourense y Galicia es algo genético, puedo asegurarte que para nada me siento “extranjera” y soy una mujer más de Ferreríes que está totalmente identificada con el club y su gente. Una anécdota es que aquí tienen por lema el “POC A POC”, traducido al Galego sería “pouquiño a pouco”, una filosofía que me encanta y que he hecho mía desde siempre.

Su mayor handicap es la desconexión entre los equipos de club y en la forma de trabajar con los jugadores. Muchos equipos dependen de jugadores de menor categoría y la forma de trabajar no es la adecuada, es normal que suceda algo así cuando no se tiene una figura clara de coordinador deportivo. Estoy segura de que le encontraremos solución.

Mis objetivos para estos próximos años en Ferreries son: incrementar el número de jugadores en categorías formativas, mejorar la estructura deportiva priorizando la formación del jugador, construir una filosofía propia que les sirva a los entrenadores a plantear su trabajo diario con coherencia y, además, desarrollar una parcela de tecnificación con sesiones individualizadas. Tenemos jugadores con muchísimo potencial para hacerlo bien que, como es lógico, tienen carencias técnicas que, juntos y con trabajo, corregiremos.

Estás promoviendo en Menorca los Seminarios de Mujer Entrenadora.
Este año va a ser la primera vez que desarrolle el seminario de la Mujer Entrenador. Este tipo de iniciativas son importantes para educar a la sociedad.

La profesión de “Mujer Entrenadora” no tiene la relevancia que a todos nos gustaría; a menudo nos encontramos con un escaso número de mujeres en la élite, hecho que no se corresponde con la realidad de nuestro deporte en formación. Como entrenadores entendemos que, para que un jugador o jugadora opte por un camino profesional, es imprescindible incidir en tres aspectos fundamentales: el primero es dotarlos de las herramientas necesarias en su formación (Técnica-Conceptos), el segundo contribuir con referentes que les ayuden a verse reflejados en la consecución de un objetivo futuro, por último y no por ello menos importante, está la responsabilidad social de los clubes, federaciones o cualquier entidad deportiva a la hora de proporcionar oportunidades que sean equitativas.

El seminario persigue crear sinergias entre entrenadores y entrenadoras en el mundo del Baloncesto. Entendemos que la escasa atención mediática a la mujer entrenadora nos priva a todas, directa e indirectamente, de esos reflejos tan importantes para seguir avanzando hacia una dedicación profesional en el mundo del baloncesto.

Ferreries albergará el primer seminario de la “Mujer Entrenadora”, que cuenta con la presencia de los directores deportivos de los clubes de la isla; además de varias ponencias a cargo de Andrea Pons -que hablará de preparación física- y Cristina Lluch-responsable arbitral de Menorca-. Para la primera edición también contaremos con la colaboración de Tomas Jofresa y Ricard Casas, ambos aportarán su visión acerca del papel de la mujer entrenadora en un mundo más profesional y estoy segura de que nos harán reflexionar tanto a entrenadoras como entrenadores.

Aprovecho para agradecer desde aquí a todos los Sponsor que se están sumando a promocionar esta iniciativa en Menorca: Batavia en diseño gráfico, Luanvia , LG y también a las entidades como el Ayuntamiento de Ferreries, los clubes deportivos de formación y a la propia federación balear.