Un verano inolvidable

En el editorial de la próxima revisa Clínic, la nº 89, el Presidente de la AEEB, Juan María Gavaldá, nos deja una sosegada visión del baloncesto español y de sus entrenadores con el exitoso verano de 2011 como referencia.

Todos los mecanismos de producción evolutiva requieren unos momentos de control y chequeo del proceso. Conviene reconocer donde, de qué manera y por qué razón algo se ha perdido por el camino, o bien reafirmar todas las acciones que dicho proceso tiene puestas en marcha. Cuando se chequea algo se puede hacer en el origen, en el intermedio o en el final del camino. Todo es válido si suma información y hace crecer el producto final. Vosotros diréis a qué viene todo esto. Yo os diré que no quiero llamar producto a un deportista en construcción o evolución, pero coincidiréis conmigo en que los entrenadores en general y de baloncesto en particular, somos los grandes forjadores de atletas, de élite o de afición, y por tanto expertos en diseñar, construir y explotar las maneras óptimas que un jugador de baloncesto pueda dar de sí.

Por supuesto que buscamos referencias durante el proceso evolutivo de un jugador/ra. Por supuesto que hay índices óptimos para reconocer si va todo bien o no. Por supuesto que debemos atender a cualquier señal que nos ayude a sumar. Y de sumar quiero hablaros.

Todos los esfuerzos que se llevan a cabo en la formación de los jugadores/as de baloncesto deben ser valorados y felicitados. El propio joven que tiene que sacar adelante su formación académica junto a la deportiva, nos da permanentes ejemplos de ello, esforzándose en el día a día que tiene tan apretado (clases, exámenes, trabajos, desplazamientos, entrenamientos, concentraciones, competiciones, dudas, disgustos, alegrías, ...). Todo lo hacen para sumar. Sus familias, que ven lo complicado que a veces pueden ser las cosas más simples, pero que ponen todos los medios humanos y económicos en que su hijo/a tengan un buen colegio donde prepararse, un buen club donde jugar, una organizada agenda donde se pueda compaginar todo ello. Suman. Los clubes, disponiendo de sus instalaciones y servicios, para que jugar sea posible. Suman.  Los entrenadores, viendo cómo afrontar, canalizar y producir que todos los caminos tomados lleven a lugares interesantes. Ayudando a los que tienen más nivel a sacarlo al máximo; a complementar con los otros, que sus virtudes no son tan destacadas, y que son imprescindibles para poder articular el funcionamiento de un equipo. Suman. Las federaciones territoriales, organizando las competiciones que den el nivel óptimo para nuestros jugadores/as, preservando el buen hacer de los integrantes en estas competiciones y dando oportunidades a los que destacan y los que no, para que tengan sus buenos momentos. Suman.

También la Federación Española, con el trabajo de su Gabinete Técnico (con Ángel Palmi como referente), haciendo un seguimiento permanente, desde antes que incluso lleguen a clubes de élite, como yo mismo he podido comprobar este verano, concentrándolos en diferentes momentos, y finalmente, organizando con los 12 mejores de sus edades, chicos y chicas, los equipos que competirán durante el verano en los campeonatos europeos y mundiales, para jugar con un solo balón y no con cuatro a la vez, haciendo que tanto talento individual destaque en beneficio del colectivo. También suma. Aquí no acaba todo, puesto que estos jugadores/as vuelven a sus clubes más maduros, más seguros y más ilusionados, y así seguir esforzándose en continuar su ciclo de formación con la ayuda de todos aquellos que han sumado y sumarán. Nadie les va a fallar.

Fantástico verano el que nos han dado estos chicos y chicas, compitiendo al más alto nivel internacional, logrando un medallero extraordinario, que dignifica una vezmás el buen nivel técnico que tiene nuestro baloncesto, y con el colofón final de la Selección Masculina Senior. Invitamos a todos aquellos que puedan... y quieran a seguir sumando. Felicidades a todos.