Editorial Revista Clinic nº91: "A los entrenadores nos gusta entrenar"

El titulo de este editorial parece una sentencia que no es necesaria en una revista especializada para entrenadores de baloncesto. Sin embargo es algo que ciertas veces conviene recordar.

Cuando descubres, como muchos de nosotros, que enseñar a botar, pasar, tirar, defender, ..., es sumamente satisfactorio, quedas cautivado para siempre por esa actividad llamada entrenar.

Vas y vienes por esos campos de baloncesto de las geografías próximas y lejanas. Actúas con grupos de diferentes edades. Diriges equipos masculinos o femeninos. Estudias y  mejoras. Buscas, progresas y compartes. Te relacionas para crecer en experiencias. Aciertas y fallas. Metes pasión, compromiso, esfuerzo. Recibes alegrías y disgustos.

Algunos, incluso, tienen la opción de entrenar en el baloncesto profesional. No hay nada de lo descrito anteriormente que desaparezca. Sin embargo, el choque es potente. Ves elementos de actuación y comportamiento que no conocías. Todo es rápido y muy directo. Debes reaccionar con agilidad mental y de forma segura. No está contemplado el error. Tensión y presión. Pero gusta. Te sumerges en ello y empiezas a moverte como pez en el agua. Disfrutas y haces disfrutar a mucha gente. Los momentos buenos compensan aquellos otros en los que la preocupación es grande. Te esfuerzas, luchas, compites, caes, te levantas, ayudas a los tuyos a hacerlo. Te gusta entrenar.

Cuando estás en ese entorno profesional, es fundamental que los aspectos claves que rigen en el mundo de las profesiones sean sólidos y no fallen. Me estoy refiriendo a una parte de esos aspectos claves: los contratos y el cumplimiento de los mismos.

No es aceptable bajo ningún concepto que, un entrenador que actúa bajo el paraguas del profesionalismo, no esté protegido ante los incumplimientos de compromisos contractuales que ese mismo profesionalismo y su propio desarrollo deben evitar. Y este concepto lo debemos salvaguardar entre todos. Tanto las partes contratantes como las contratadas. Y también las instituciones que administramos esos procesos deportivos y laborales. Sin fallar tampoco nosotros.

Desde la AEEB promovemos que cualquier mejora en ese camino lo será, directamente,  para la solidez del sistema. Por tanto eliminemos normas complicadas de administrar, discriminativas en muchos casos y adaptemos conceptos, maneras y decisiones a lo que el deporte profesional merece en estos momentos. Ordenar el presente y proveer al futuro de unas sólidas perspectivas que nos permitan, en el baloncesto profesional, construir buenos jugadores y jugadoras, provocando al espectador para que disfrute de la oferta que se le hace. No vale la pena perderse en batallas de salón que no conducen a nada.

A los entrenadores nos gusta entrenar y para eso estamos. Acéptenlo como un fundamento innegociable.

Juan María Gavaldá

Presidente de la AEEB