El baloncesto básico e imprescindible (no de base) por JUAN MARÍA GAVALDÁ

Con este título no queremos confundir. Una cosa es el baloncesto de base, por las edades de los participantes, sus competiciones y su desarrollo social, y la otra es la importancia de dicho baloncesto en la estructura general de esta disciplina deportiva como elemento básico e imprescindible para su crecimiento.

No cabe duda que sin la dedicación a los niños y jóvenes que practican es imposible que mejoren, crezcan en su desarrollo y alcancen caminos óptimos por practicarlo, desde el más simple como deportistas, al que les puede llevar a destacar y ser alguien relevante en este juego.

Si bien las competiciones no lo aguantan todo, es evidente que sin ellas parte del camino a recorrer es imposible, entendiendo por competiciones a todas aquellas que se celebran en ámbitos de proximidad, locales, municipales, autonómicos y nacionales, con muchos esfuerzos de jugadoras/es, familias, clubes, entrenadoras/es, árbitros e instituciones/federaciones organizadoras.

Para hacerlo mas concreto, nos queremos referir a los recientes campeonatos autonómicos de minibasket, infantiles y cadetes celebrados en San Fernando y Huelva. Estos torneos son básicos para conocer el estado natural del momento y las posibilidades evolutivas de más de 1.500 jugadoras y jugadores de nuestro país, que siguiendo un itinerario de varios años, esperan esos momentos para mostrar todas sus capacidades. Y no sólo ellas y ellos, también los que no han podido acceder a las listas finales, pero que siguen en los programas de talento y seguimiento que realizan las federaciones autonómicas junto a los clubes potestad de esos practicantes. Y a todos los que no han llegado a esos programas.

Volvemos a remarcar esa línea estructural definida por deportistas, sus familias, los clubes donde juegan, las entrenadoras/es que están en su día a día, árbitros y jueces que ayudan a seguir las reglas del juego, las delegaciones locales, provinciales y autonómicas que tutelan las competiciones. Todos ellos configuran la calificación de baloncesto básico e imprescindible. Si alguno de estos actores no proyecta bien su actividad, el resultado y bien común no será el mismo.

Es de agradecer el tremendo esfuerzo que han hecho las federaciones autonómicas para que con tres años tan difíciles como 2020, 2021 y 2022, las distintas generaciones de niñas/os hayan podido vivir, disfrutar y crecer con esos campeonatos autonómicos. Las federaciones han superado momentos de parón absoluto, otros de parón ocasional, con todas las dudas sanitarias y logísticas, pero ha valido la pena ver en cada momento las caras de felicidad de esos deportistas cuando han ido incorporándose a relativas normalidades.

Todas las niñas/os se merecen poder vivir su oportunidad deportiva y de convivencia, en algunos casos la única de sus vidas, a pesar de una pandemia que, aun siendo mundial, los deportistas han ofrecido sus esfuerzos, sacrificios y sufrimientos para enfrentarse a ella. Estudios alterados, amistades distanciadas, recursos familiares reducidos, pero ellos han dado de sí lo que ninguna otra generación próxima vivió nunca. Gran ejemplo que merecían ese esfuerzo federativo para la organización de dichos campeonatos nacionales. Muchas gracias.

También agradecer a las entrenadoras/es por haber dado solidez y equilibrio en los momentos que ha hecho falta reinventarse. Entrenamientos invisibles, telemáticos, presenciales con todo tipo de restricciones, competiciones con gran cuidado sanitario. Gracias porque nunca estuvimos entrenados para ello y sin embargo hemos mostrado nuestra capacidad de hacer crecer a nuestras jugadoras/es. Somos fundamentales para el día a día de ese baloncesto básico e imprescindible y esperamos que nuestra actividad tenga la respuesta justa y leal que se precisa en estos momentos y se den los pasos al frente necesarios.

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